Corazón que huye... ?

Roñoso, moreteado, un tanto empolvado, con algunas telarañas y zurcido varias veces fue en el estado en que se encontraba este pobre corazón.

Poca práctica le quedaba en los idílicos menesteres del amor, carecía de experiencia y rebosaba de quimeras (en su mayoría basadas en ningún tipo de realidad), palpitaba lleno de miedos, dudas e inseguridades, esa era la única forma de existencia que conocía, la única que consideraba posible...
Con el pasar del tiempo este corazón se ajaba más y más. Parecía que cada vez que quería palpitar más fuerte por otro como él, tenía que terminar dañado.
Fue así como cansado de su deambular solitario por los aires había decidido dejar de funcionar. Ya no quería volver a ser zurcido, ya estaba cansado de las varias cicatrices que antiguos palpitar le habían provocado...
Hasta que apareciste tú. Que con aguja y un hilo invisible borras cada una de las huellas que otros corazones dejaron. Que con el amor que me entregas haces que este ajado corazón, cada día se sienta mucho mejor.
Tu amor me hace bien, tu corazón le hace bien al mío , gusta de tu compañía y anhela estar junto al tuyo día a día. Ya no quiere huir para ser pisoteado en una siguiente guerra, quiere refugiarse y ser sanado con tu amor y aunque a veces este corazón se equivoca, las ganas de palpitar junto al tuyo crecen más y más.